Ofrecemos un tratamiento basado en la persona, priorizamos esta relación ya que el tratamiento funciona mejor cuando se establece un buen vínculo con el paciente.
Nuestro equipo interdisciplinario se compone de médicos de diferentes especialidades, psicólogos, trabajadores sociales, terapistas ocupacionales, músico-terapeutas, profesores de educación física y enfermeros especializados.
Si usted o alguien que conoce tiene una enfermedad mental, problemas emocionales o inquietudes sobre su salud mental, existen formas de obtener ayuda. Lea nuestros apartados acerca de las enfermedades que tratamos y utilice estos recursos para encontrar ayuda para usted mismo, un amigo o un familiar.
¿Se siente triste, vacío o sin esperanza la mayor parte del día, casi todos los días? ¿Ha perdido el interés o el placer en sus pasatiempos o en pasar tiempo con sus amigos y familia? ¿Tiene dificultad para dormir, comer o funcionar? Si se ha sentido así durante por lo menos dos semanas, es posible que tenga depresión, un trastorno grave, pero tratable, del estado de ánimo.
La tristeza es solo una pequeña parte de la depresión. Es posible que algunas personas con depresión ni siquiera se sientan tristes. Las personas pueden tener síntomas diferentes. Algunos síntomas de depresión incluyen:
No, la depresión afecta a diferentes personas de diferentes maneras. Por ejemplo: Las mujeres padecen de depresión con más frecuencia que los hombres. Hay factores biológicos, de ciclo de vida y hormonales que solo tienen las mujeres y que pueden estar relacionados con la tasa de depresión más alta de estas. Las mujeres que están deprimidas suelen tener síntomas de tristeza, sufren de falta de autoestima y tienen sentimientos de culpabilidad.
Los hombres con depresión son más propensos a sentirse muy cansados, irritables y, a veces, enojados. Pueden perder el interés en el trabajo o las actividades que antes disfrutaban, tener dificultad para dormir o comportarse de modo irresponsable, como consumiendo drogas o alcohol. Muchos hombres no reconocen que tienen depresión y no buscan ayuda.
Las personas mayores con depresión pueden tener síntomas menos evidentes o pueden ser menos propensos a aceptar que tienen sentimientos de tristeza o pena. También son más propensos a tener trastornos médicos, como problemas cardíacos, que pueden causar o contribuir a la depresión.
Los niños pequeños con depresión pueden fingir estar enfermos y negarse a ir a la escuela, aferrarse a sus padres, o preocuparse de que uno de sus padres se muera.
Los niños más grandes y los adolescentes con depresión pueden tener problemas en la escuela o estar de mal humor o irritables. Los adolescentes con depresión pueden tener síntomas de otros trastornos, como ansiedad, trastornos de la alimentación o consumo problemático de sustancias.
El primer paso para obtener el tratamiento adecuado es consultar con un profesional de la salud mental, como un psiquiatra o un psicólogo. Su proveedor de atención médica puede hacerle un examen, una entrevista y pruebas de laboratorio para descartar otros problemas de salud que pueden tener los mismos síntomas que la depresión. Una vez diagnosticada, la depresión se puede tratar con medicamentos, psicoterapia o una combinación de ambos.
Medicamentos
Los medicamentos llamados antidepresivos suelen funcionar bien para tratar la depresión. Se pueden demorar de 2 a 4 semanas para surtir efecto. Los antidepresivos pueden tener efectos secundarios, pero muchos de estos pueden disminuir con el tiempo. Hable con su médico sobre cualquier efecto secundario que tenga. No deje de tomar el antidepresivo sin antes hablar con su médico.
Psicoterapia
La psicoterapia ayuda al enseñar nuevas formas de pensar y comportarse, y cómo cambiar los hábitos que pueden estar contribuyendo a la depresión. La terapia puede ayudarle a entender y resolver las relaciones o las situaciones difíciles que pueden estar causándole la depresión o empeorándola.
A medida que continúe el tratamiento, poco a poco comenzará a sentirse mejor. Recuerde que, si está tomando un antidepresivo, este puede demorarse de 2 a 4 semanas para hacer efecto. Trate de hacer las cosas que solía disfrutar. No se presione.
Otras cosas que le pueden ayudar incluyen:
Si conoce a alguien con depresión, lo primero que debe hacer es ayudarle a ver a un médico o profesional de la salud mental. También puede hacer lo siguiente:
Si usted o alguien que usted conoce está en crisis, obtenga ayuda de inmediato.
Vaya a la guardia 24hs de la Clínica El Jardín sita en Avenida Madre de Ciudades 4553
La esquizofrenia es un trastorno grave del neurodesarrollo que dura toda la vida y que afecta la forma cómo una persona piensa, siente y se comporta.
Las personas con esquizofrenia pueden tener delirios, alucinaciones, lenguaje o comportamiento desorganizado y capacidad cognitiva alterada. Pueden escuchar voces o ver cosas que no están allí. Pueden pensar que otras personas están leyendo sus mentes, controlando sus pensamientos o intentando hacerles daño. Estos comportamientos pueden asustar y desconcertar a las personas con la enfermedad y hacer que se aíslen de los demás o se pongan sumamente agitados. También puede generar mucho miedo y desconcierto en las personas que los rodean.
Las personas con esquizofrenia hablan sobre cosas extrañas o inusuales, lo que puede dificultar el mantener una conversación con ellos. Pueden sentarse durante horas sin hablar ni moverse. A veces, las personas con esquizofrenia parecen estar perfectamente bien hasta que hablan de lo que están pensando.
Aunque es posible que las personas con esquizofrenia tengan que enfrentar los síntomas de esta enfermedad toda su vida, el tratamiento ayuda a que muchas se recuperen lo suficiente y persigan sus metas en la vida. Los investigadores están usando nuevas técnicas de investigación para entender las causas de la esquizofrenia y desarrollar tratamientos más eficaces.
Es importante reconocer los signos y los síntomas de la esquizofrenia y buscar ayuda cuando recién comienzan. Los signos suelen aparecer entre los 16 y 30 años. En casos raros, los niños también pueden tener esquizofrenia. Los síntomas de la esquizofrenia se dividen en tres categorías: positivos, negativos y cognitivos.
SÍNTOMAS POSITIVOS
Los síntomas “positivos” se conocen como positivos porque son comportamientos adicionales que generalmente no se ven en las personas sanas. Para algunas personas, estos síntomas van y vienen. Para otras, los síntomas se estabilizan con el tiempo. Estos síntomas pueden ser graves, aunque en otras ocasiones, no se notan. Los síntomas positivos incluyen:
Alucinaciones: cuando una persona ve, oye, huele, sabe o siente cosas que no son reales. Muchas personas que tienen este trastorno oyen voces. Las personas que oyen voces pueden haber estado escuchándolas por mucho tiempo antes de que sus familiares y amigos se den cuenta de que tienen un problema.
Delirios: cuando una persona cree cosas que no son ciertas. Por ejemplo, una persona puede creer que las personas que salen en la radio o en la televisión están hablando directamente con él o ella. A veces las personas que tienen delirios pueden creer que están en peligro o que otros están tratando de lastimarlos.
Trastornos del pensamiento: cuando una persona tiene formas extrañas o ilógicas de pensar. Las personas con trastornos del pensamiento pueden tener problemas para organizar sus ideas. A veces una persona deja de hablar en medio de un pensamiento o inventa palabras sin sentido.
Trastornos del movimiento: cuando una persona exhibe movimientos corporales anormales. Puede repetir ciertos movimientos una y otra vez, lo que se conoce como estereotipias. En el otro extremo, puede dejar de moverse o de hablar por algún tiempo, un estado poco común llamado catatonia.
SÍNTOMAS NEGATIVOS
Los síntomas “negativos” se refieren a abstinencia social, dificultad para mostrar emociones o problemas para funcionar normalmente. Las personas con síntomas negativos pueden requerir ayuda con las tareas diarias. Los síntomas negativos incluyen:
Los síntomas negativos son más difíciles de reconocer como parte de la enfermedad y pueden confundirse con la depresión u otros problemas.
SÍNTOMAS COGNITIVOS
Los síntomas cognitivos no son fáciles de ver, pero pueden dificultar que la persona mantenga un trabajo o se cuide. El nivel de la función cognitiva es uno de los mejores indicadores de la capacidad de una persona para mejorar su funcionamiento general. A menudo, estos síntomas se detectan solo cuando se realizan pruebas específicas. Los síntomas cognitivos incluyen:
RIESGO DE VIOLENCIA
La mayoría de las personas con esquizofrenia no son violentas. Si una persona tiene síntomas de esquizofrenia, es importante ayudarle a recibir tratamiento lo más rápido posible. Ya que la enfermedad puede empeorar con el tiempo, el riesgo de violencia es mayor cuando la esquizofrenia no se trata. Las personas con esquizofrenia son mucho más propensas que las personas sin la enfermedad a ser víctimas de la violencia de otros o a hacerse daño a sí mismas.
DROGAS Y ALCOHOL
Es común que las personas con esquizofrenia tengan problemas de consumo de drogas ilícitas y alcoholismo. Para lograr una recuperación, es esencial que el programa de tratamiento incluya tratamiento para ambas enfermedades porque el consumo indebido de drogas y el alcoholismo pueden interferir con el tratamiento para la esquizofrenia.
El consumo de drogas puede aumentar el riesgo de suicidio, traumas y la falta de vivienda en personas con esquizofrenia, así como el riesgo de otras enfermedades mentales.
Muchos factores pueden causar esquizofrenia, entre ellos:
Los científicos han aprendido mucho sobre la esquizofrenia, pero se necesitan más investigaciones para ayudar a explicar sus causas.
Hay dos tipos principales de tratamientos que pueden ayudar con los síntomas: medicamentos antipsicóticos y tratamientos psicosociales.
MEDICAMENTOS ANTIPSICÓTICOS
Los medicamentos antipsicóticos ayudan a los pacientes con los síntomas psicóticos de la esquizofrenia. Algunas personas tienen efectos secundarios cuando comienzan a tomar medicamentos, pero la mayoría de los efectos secundarios desaparecen después de unos días. Las personas responden a los medicamentos antipsicóticos de diferentes maneras, por lo que es importante informar cualquier efecto secundario a un médico. A veces, es necesario probar varios medicamentos antes de encontrar el adecuado.
El paciente no debe dejar de tomar sus medicamentos sin antes consultar con un médico. La interrupción repentina de la medicación puede ser peligrosa y puede empeorar los síntomas de la esquizofrenia.
La elección de la medicación, la dosis y el plan de tratamiento correctos se debe realizar bajo los cuidados de un médico psiquiatra y basándose en las necesidades y la situación médica de cada persona. Solo un profesional clínico puede ayudar al paciente a decidir si los beneficios que obtiene de un medicamento sobrepasan el riesgo de un efecto secundario.
TRATAMIENTOS PSICOSOCIALES
Los tratamientos psicosociales ayudan a los pacientes a enfrentar los desafíos diarios de la esquizofrenia. Estos tratamientos suelen ser más útiles después de que los pacientes encuentran un medicamento que funciona. Algunos ejemplos de este tipo de tratamiento incluyen:
ATENCIÓN ESPECIALIZADA COORDINADA
Este modelo de tratamiento integra medicamentos, terapias psicosociales, manejo de casos, participación familiar y servicios de apoyo para la educación o el empleo, todos dirigidos a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.
En la Clínica El Jardín tratamos de reducir la probabilidad de discapacidad a largo plazo que a menudo tienen las personas con esquizofrenia y ayudarles a llevar vidas productivas e independientes. Ya que la atención especializada coordinada es más eficaz que los enfoques de tratamiento habituales. Este tipo de atención es aún más eficaz cuando el paciente recibe tratamiento de atención especializada coordinada en las primeras etapas del trastorno.
SISTEMA DE APOYO
Apoyar a un ser querido con esquizofrenia puede ser difícil. No es fácil saber cómo responder a alguien que hace afirmaciones extrañas o claramente falsas. Es importante entender que la esquizofrenia es una enfermedad biológica.
Verifique si hay grupos de apoyo cerca de donde vive la persona.
¿Hay algunos días en que se siente muy feliz y sociable, o tal vez sumamente irritable, mientras que en otros le embarga la tristeza o una ansiedad inusual? ¿Van acompañados estos períodos de alegría de una mayor energía o de un aumento de actividad? ¿Van acompañados los períodos tristes de fatiga, falta de esperanza o incapacidad para disfrutar lo que por lo general le gusta hacer y, a veces, hasta de pensamientos suicidas? ¿Hacen estos cambios en el estado de ánimo que le sea difícil conciliar el sueño, mantener su concentración o terminar las cosas que debe hacer? Algunas personas con estos síntomas tienen un trastorno mental que dura toda la vida, pero que es tratable, y se llama trastorno bipolar.
El trastorno bipolar es un trastorno mental que puede ser crónico o episódico (lo que significa que ocurre ocasionalmente y a intervalos irregulares). Puede ocasionar cambios inusuales, a menudo extremos y fluctuantes en el estado de ánimo, el nivel de energía y de actividad, y la concentración. Al trastorno bipolar a veces se le denomina trastorno maniacodepresivo o depresión maníaca, que son términos más antiguos.
Todas las personas tienen altibajos normales, pero el trastorno bipolar es diferente. La variedad de cambios en el estado de ánimo puede ir de un extremo a otro. En los episodios maníacos, una persona puede sentirse muy feliz, irritable u optimista, y hay un marcado aumento en el nivel de actividad. En los episodios depresivos, la persona puede sentirse triste, indiferente o desesperada, además de mostrar un nivel de actividad muy bajo. Algunas personas tienen episodios hipomaníacos, que son como episodios maníacos, pero son menos graves y problemáticos.
La mayoría de las veces, el trastorno bipolar se presenta o comienza durante los últimos años de la adolescencia o cuando inicia la edad adulta. En ciertas ocasiones, los síntomas bipolares pueden presentarse en niños. Aunque los síntomas aparecen y desaparecen, por lo general, el trastorno bipolar requiere de tratamiento de por vida y no cesa por sí solo. El trastorno bipolar puede ser un factor importante en el suicidio, la pérdida del trabajo y la discordia familiar, pero un tratamiento adecuado genera mejores resultados.
Los síntomas del trastorno bipolar pueden variar. Una persona con trastorno bipolar puede tener episodios maníacos, episodios depresivos o episodios “mixtos”. Un episodio mixto presenta síntomas maníacos y depresivos. Estos episodios anímicos, o de cambios en el estado de ánimo, ocasionan síntomas que duran una o dos semanas y a veces más. Durante estos episodios, los síntomas duran la mayor parte del día, todos los días. Los episodios anímicos son intensos. Los sentimientos son fuertes y ocurren junto con cambios en el comportamiento y en los niveles de energía o de actividad, algo que pueden observar las demás personas.
Algunas personas con trastorno bipolar pueden tener síntomas más leves que otras que también lo tienen. Por ejemplo, los episodios hipomaníacos pueden hacer que la persona se sienta muy bien y sea muy productiva, y es posible que no sienta que algo está mal. Sin embargo, la familia y los amigos pueden notar que los cambios en el estado de ánimo y en los niveles de actividad muestran un comportamiento diferente que el de costumbre, y usted puede caer en una depresión grave después de los episodios hipomaníacos leves.
Síntomas de un episodio maníaco: Sentirse muy optimista, animado, eufórico, o bien, extremadamente irritable o sensible. Sentirse sobresaltado o nervioso, más acelerado que de costumbre. Sentir que sus pensamientos van muy rápido. Tener menos necesidad de dormir. Hablar muy rápido sobre muchas cosas diferentes (“fuga de ideas”). Tener un apetito excesivo por la comida, la bebida, el sexo u otras actividades placenteras. Pensar que puede hacer muchas cosas a la vez sin cansarse. Sentir que es inusualmente importante, talentoso o poderoso.
Síntomas de un episodio depresivo: Sentirse muy decaído, triste o ansioso. Sentirse más lento o inquieto. Tener problemas para concentrarse o tomar decisiones. Tener problemas para conciliar el sueño, despertarse muy temprano o dormir demasiado. Hablar muy despacio, sentir que no tiene nada que decir u olvidar muchas cosas. Perder el interés en casi todas las actividades. Ser incapaz de hacer hasta cosas sencillas. Sentirse sin esperanza o que no tiene valor, o pensar en la muerte o el suicidio.
Tipos de trastorno bipolar
Hay tres tipos básicos de trastorno bipolar y todos suponen cambios evidentes en el estado de ánimo, la energía y los niveles de actividad. Estos estados de ánimo van desde períodos con un comportamiento extremadamente optimista, eufórico y lleno de energía, o con un mayor nivel de actividad (episodios maníacos), hasta períodos con un profundo decaimiento, tristeza y desesperanza, o con un bajo nivel de actividad (episodios depresivos). Las personas con trastorno bipolar también pueden tener un estado de ánimo normal (eutímico) que se alterna con depresión. Cuando una persona tiene cuatro o más episodios de manía o depresión en un año, se lo llama “ciclismo rápido”.
El trastorno bipolar I se define por episodios maníacos que duran al menos siete días (la mayor parte del día, casi todos los días) o cuando los síntomas maníacos son tan graves que se necesita atención hospitalaria. Por lo general, también se producen episodios depresivos separados, que suelen durar al menos dos semanas. También es posible que ocurran episodios de alteraciones en el estado de ánimo con características mixtas (que tienen síntomas depresivos y maníacos al mismo tiempo).
El trastorno bipolar II se define por un patrón de episodios depresivos y episodios hipomaníacos, pero no por los episodios maníacos extremos descritos anteriormente.
El trastorno ciclotímico (también denominado ciclotimia) se define por síntomas hipomaníacos y depresivos persistentes que no son tan intensos ni duran lo suficiente como para calificarlos como episodios hipomaníacos o depresivos. Por lo general, los síntomas ocurren durante al menos dos años en los adultos y un año en los niños y los adolescentes.
Muchas personas con trastorno bipolar también pueden tener otros trastornos o afecciones de salud mental como:
Algunos síntomas del trastorno bipolar son parecidos a los de otras enfermedades, lo que puede dar origen a un diagnóstico erróneo. Por ejemplo, algunas personas con trastorno bipolar que también tienen síntomas psicóticos pueden diagnosticarse erróneamente con esquizofrenia. Algunas enfermedades o trastornos físicos, como la enfermedad de la tiroides, pueden imitar los cambios en el estado de ánimo y otros síntomas del trastorno bipolar. A veces, las drogas ilícitas pueden imitar, provocar o empeorar los síntomas del estado de ánimo.
Observar los síntomas en el transcurso de la enfermedad (seguimiento longitudinal) y los antecedentes familiares de la persona pueden desempeñar un papel fundamental para determinar si una persona tiene trastorno bipolar con psicosis o con esquizofrenia.
Se desconoce la causa exacta del trastorno bipolar. Sin embargo, diversas investigaciones sugieren que no hay una sola causa, sino que es posible que haya una combinación de factores que contribuyen al trastorno bipolar.
Genes
A menudo, el trastorno bipolar es de familia y las investigaciones sugieren que esto se explica principalmente porque es hereditaria. Es decir, las personas con ciertos genes tienen más probabilidad de presentar el trastorno bipolar que otras. No hay un solo gen que pueda causar este trastorno, sino más bien hay muchos involucrados.
Sin embargo, los genes no son el único factor. Algunos estudios de gemelos idénticos han revelado que incluso cuando un gemelo presenta el trastorno bipolar, es posible que el otro gemelo no lo tenga. Aunque las personas con un padre o hermano con trastorno bipolar tienen más probabilidad de llegar a tener el trastorno, la mayoría de las personas con antecedentes familiares de trastorno bipolar no presentan la enfermedad.
Estructura y función del cerebro
Los investigadores están aprendiendo que la estructura y la función del cerebro en las personas con trastorno bipolar pueden ser diferentes a las de aquellas personas que no tienen este trastorno u otros de índole psiquiátrica. Aprender sobre la naturaleza de estos cambios cerebrales ayuda a los médicos a comprender mejor el trastorno bipolar y en el futuro puede ayudar a predecir qué tipos de tratamiento funcionarán mejor para una persona con este trastorno. En este momento, el diagnóstico se basa en los síntomas más que en imágenes del cerebro u otras pruebas de diagnóstico.
Un psiquiatra u otro profesional de la salud mental diagnostica el trastorno bipolar con base en los síntomas, el transcurso de la vida y las experiencias de la persona afectada. Algunas personas tienen trastorno bipolar durante años antes de que las diagnostiquen. Esto puede ser debido a lo siguiente:
El trastorno bipolar tiene síntomas en común con varios otros trastornos de salud mental. Un médico puede pensar que la persona tiene un trastorno diferente, como esquizofrenia o depresión (unipolar).
La familia y los amigos pueden notar los síntomas, pero no darse cuenta de que son parte de un problema mayor.
A menudo, las personas con trastorno bipolar tienen otros problemas de salud, lo que puede dificultar que los médicos lo diagnostiquen.
El tratamiento ayuda a muchas personas, incluso a aquellas con las formas más graves de trastorno bipolar. Los médicos tratan el trastorno bipolar con medicamentos, psicoterapia o una combinación de tratamientos.
Medicamentos
Ciertos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas del trastorno bipolar. Algunas personas pueden tener que probar con varios medicamentos diferentes y colaborar con su médico antes de encontrar los que le funcionan mejor. Los tipos más comunes de medicamentos que recetan los médicos incluyen estabilizadores del estado de ánimo y antipsicóticos atípicos. Los estabilizadores del estado de ánimo como el litio pueden ayudar a evitar episodios anímicos o reducir su gravedad si ocurren. El litio también disminuye el riesgo de suicidio. A veces, además de los estabilizadores del estado de ánimo, se agregan otros medicamentos al plan de tratamiento para ayudar a controlar los problemas del sueño o la ansiedad.
En la Clínica EL Jardín alentamos al dialogo entre el médico y el paciente para comprender los riesgos y los beneficios de cada medicamento. Informe de inmediato a su médico cualquier inquietud que tenga sobre los efectos secundarios. Evite suspender los medicamentos sin que primero haya hablado con su médico.
Psicoterapia
La psicoterapia es un término utilizado para una variedad de técnicas de tratamiento que tienen como objetivo ayudar a una persona a identificar y cambiar emociones, pensamientos y comportamientos problemáticos. La psicoterapia puede ofrecer apoyo, educación, habilidades y estrategias a las personas con trastorno bipolar y sus familias. A menudo, se recurre a la psicoterapia en combinación con medicamentos. Algunos tipos de psicoterapia (por ejemplo, la terapia interpersonal y de ritmo social) pueden ser un tratamiento eficaz para el trastorno bipolar cuando se usan con medicamentos.
Otros tratamientos
El ejercicio vigoroso regular, como trotar, nadar o andar en bicicleta, ayuda con la depresión y la ansiedad, promueve un sueño más profundo y es saludable para el corazón y el cerebro. Consulte con su médico antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio.
Mantener un cuadro de registro de la evolución de la enfermedad en el que se registran los síntomas anímicos diarios, los tratamientos, los patrones de sueño y los acontecimientos de la vida, puede ayudar a las personas y a sus médicos a dar seguimiento y a tratar el trastorno bipolar.
Llame al (0385) 4252222 o 4220222 o al celular 3854024118 y solicite un turno para su evaluación.
Vivir con el trastorno bipolar puede ser un desafío, pero hay cosas que se pueden hacer para que sea más fácil para usted, un amigo o un ser querido.
La ansiedad es parte normal de la vida. Todos nos preocupamos por cosas como los problemas de salud, dinero o los problemas familiares. Sin embargo, las personas con trastorno de ansiedad generalizada se preocupan extremadamente o se sienten muy nerviosas por éstas y muchas otras cosas, incluso cuando hay poca o ninguna razón para preocuparse. No les es fácil a las personas con el trastorno de ansiedad generalizada controlar su ansiedad y mantenerse concentradas en las actividades diarias.
Lo bueno es que el trastorno de ansiedad generalizada se puede tratar. Por eso si usted padece estos síntomas haga una consulta con un profesional de la salud mental y cuéntele los síntomas que tiene para que pueda ayudarle a sentirse mejor.
El trastorno de ansiedad generalizada se desarrolla lentamente, y suele comenzar durante la adolescencia o la adultez temprana. Las personas con este trastorno pueden:
Los niños y los adolescentes con el trastorno de ansiedad generalizada a menudo se preocupan excesivamente sobre:
Los adultos con este trastorno a menudo son sumamente nerviosos sobre situaciones diarias como:
Tanto los niños como los adultos con el trastorno de ansiedad generalizada pueden experimentar síntomas físicos que dificultan su funcionamiento y que interfieren con la vida diaria. Los síntomas pueden mejorar o empeorar en diferentes momentos, y a menudo son peores durante los momentos de estrés, como con una enfermedad física, en la época de los exámenes en la escuela o durante un conflicto familiar o problemas con una pareja o amigos.
A veces el trastorno de ansiedad generalizada es hereditario, pero nadie sabe con seguridad por qué algunas personas lo tienen y otras no. Los investigadores han descubierto que hay varias partes del cerebro, así como procesos biológicos, que desempeñan un papel clave en el miedo y la ansiedad. Al aprender más sobre cómo funcionan el cerebro y el cuerpo en las personas con trastornos de ansiedad, es posible que los científicos logren crear mejores tratamientos. Los investigadores también están tratando de averiguar cómo el estrés y los factores ambientales influyen en el desarrollo de este trastorno.
Primero, hable con su médico acerca de sus síntomas. Su médico debe hacerle un examen y tomarle su historia clínica para asegurarse de que sus síntomas no sean causados por algún problema físico no relacionado. Es posible que su médico le recomiende que consulte con un especialista en salud mental, como un psiquiatra o psicólogo.
Por lo general, el trastorno de ansiedad generalizada se trata con psicoterapia, medicamentos o una combinación de ambos. Pregúntele a su médico cuál es el mejor tratamiento para usted.
Psicoterapia
Un tipo de psicoterapia es especialmente útil para tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Le enseña a la persona diferentes formas de pensar, comportarse y reaccionar ante distintas situaciones para ayudarle a sentirse menos ansioso o preocupado.
Medicamentos
Los médicos también pueden recetar medicamentos que ayudan a tratar el trastorno de ansiedad generalizada. Su médico trabajará con usted para encontrar el mejor medicamento y dosis para usted. Hay diferentes tipos de medicamentos que pueden ser eficaces para tratar este trastorno:
Inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS)
Inhibidores de recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN)
Benzodiacepinas
Los médicos comúnmente usan ISRS y IRSN para tratar la depresión, pero también son útiles para los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada. Pueden tomar varias semanas para comenzar a trabajar. Estos medicamentos también pueden tener efectos secundarios, como dolores de cabeza, náuseas o dificultad para dormir. Estos efectos secundarios no suelen ser graves para la mayoría de las personas, especialmente si se empieza con una dosis baja y se la va incrementando poco a poco. Hable con su médico sobre cualquier efecto secundario que tenga.
Las benzodiacepinas, que son sedantes, también pueden usarse para manejar formas graves del trastorno de ansiedad generalizado. Estos medicamentos son poderosamente eficaces para disminuir rápidamente la ansiedad, pero pueden causar tolerancia y dependencia si se los usa continuamente. Por lo tanto, el médico sólo se los recetará por períodos breves de tiempo si es necesario.
No abandone el tratamiento demasiado rápido. Tanto la psicoterapia como la medicación pueden tomar algún tiempo hasta lograr resultados. Un estilo de vida saludable también puede ayudar a combatir la ansiedad. Asegúrese de dormir lo suficiente y hacer ejercicio, comer una dieta saludable, y recurrir a la familia y los amigos de confianza para apoyo.
“Estaba preocupado todo el tiempo y me sentía nervioso. Mi familia me dijo que no había razón para preocuparme, pero, aun así, yo me sentía angustiado. Me daba temor ir al trabajo porque no lograba concentrarme. Por las noches, tenía problemas para dormir y estaba enojado con mi familia todo el tiempo.
Consulté con mi doctor y le conté que me preocupaba de todo. Me envió a consultar con alguien que sabía sobre el trastorno de ansiedad generalizada. Ahora estoy trabajando con un psicólogo para enfrentar mejor mi ansiedad. He tenido que trabajar duro, pero me siento mejor. Me alegro de haber hecho esa primera llamada al doctor”.
La adicción a las drogas, que también se conoce como «trastorno por consumo de sustancias», es una enfermedad que afecta el cerebro y el comportamiento de una persona, y produce incapacidad de controlar el consumo de medicamentos o drogas legales o ilegales. Las sustancias como el alcohol, la marihuana y la nicotina también se consideran drogas. Cuando eres adicto, posiblemente sigas consumiendo la droga a pesar del daño que causa.
La drogadicción puede empezar con el consumo experimental de una droga recreativa en situaciones sociales y, en algunas personas, el consumo de la droga se vuelve más frecuente. En otras personas, en especial con los opioides, la adicción a las drogas empieza con la exposición a medicamentos recetados, o al recibir medicamentos de un amigo o un familiar al que se los recetaron.
El riesgo de adicción y la rapidez con que te vuelves adicto varían según la droga. Algunas drogas, como los analgésicos opioides, conllevan un riesgo mayor y provocan adicción más rápido que otras.
Con el paso del tiempo, es probable que necesites dosis mayores de la droga para sentir los efectos. En poco tiempo, es probable que necesites la droga solo para sentirte bien. A medida que aumenta tu consumo de la droga, encontrarás que es cada vez más difícil vivir sin ella. Los intentos por suspender el consumo de la droga pueden causar deseos intensos de consumirla y hacerte sentir físicamente enfermo (síntomas de abstinencia).
Es posible que necesites ayuda de tu médico, tus familiares, tus amigos, grupos de apoyo y un programa de tratamiento organizado para superar tu adicción a las drogas y mantenerte alejado de ellas.
Los síntomas o las conductas de la drogadicción incluyen los siguientes:
A veces es difícil distinguir el mal humor o la angustia normales de un adolescente de los signos del consumo de drogas. Los posibles indicios de que un miembro de la familia, adolescente o no, consume drogas son los siguientes:
Los signos y síntomas del consumo o la intoxicación por drogas pueden variar según el tipo de droga. A continuación, encontrarás varios ejemplos.
Las personas consumen cannabis mediante cigarrillo (porro), ingestión o inhalación en forma vaporizada. El cannabis a menudo se consume antes que otras sustancias, como alcohol u otras drogas ilegales, o en simultáneo con ellas, y generalmente es la primera droga que se prueba.
Los signos y síntomas del consumo reciente comprenden lo siguiente:
El consumo a largo plazo (crónico) a menudo está relacionado con lo siguiente:
Cocaína y otros estimulantes
Los estimulantes comprenden anfetaminas, metanfetaminas y cocaína. A menudo se hace uso y abuso de ellos para sentirse «eufórico» o para aumentar la energía, para mejorar el desempeño en el trabajo o en la escuela, o para bajar de peso o controlar el apetito.
Los signos y síntomas del consumo reciente comprenden lo siguiente:
Debes consultar lo antes posible si te pasa lo siguiente:
Busca ayuda de urgencia si tú o alguien que conoces consumieron una droga y:
Preparativos para una intervención
Las personas con problemas de adicción generalmente niegan que su consumo de drogas es problemático y se muestran reacias a buscar tratamiento. En una intervención, se le presenta a un ser querido una oportunidad estructurada de hacer cambios antes de que todo empeore, lo que puede motivar a esa persona a buscar o aceptar ayuda.
Una intervención debe estar bien planificada y la pueden realizar familiares y amigos con el asesoramiento de un médico o profesional, como un asesor autorizado en alcohol y drogas, o la puede dirigir un profesional de intervención. Involucra a familiares, amigos y, a veces, a compañeros de trabajo, sacerdotes u otras personas que se preocupan por el problema de adicción de la persona en cuestión.
Durante la intervención, estas personas se reúnen para tener una conversación directa y sincera con la persona sobre las consecuencias de la adicción, y le piden que acepte el tratamiento.
Causas
Al igual que en muchos trastornos de salud mental, hay varios factores que pueden contribuir al desarrollo de la adicción a las drogas. Los factores principales son los siguientes:
La adicción física parece ocurrir cuando el consumo reiterado de una droga cambia la forma en que el cerebro percibe el placer. La droga de adicción causa cambios físicos en algunas células nerviosas (neuronas) del cerebro. Las neuronas utilizan sustancias químicas llamadas «neurotransmisores» para comunicarse. Estos cambios pueden permanecer mucho tiempo después de que dejas de consumir la droga.
Factores de riesgo
Personas de cualquier edad, sexo o situación económica pueden volverse adictas a una droga. Existen determinados factores que pueden afectar la probabilidad de presentar una adicción y la rapidez con la cual se la adquiere:
Complicaciones
El consumo de drogas puede tener efectos perjudiciales y significativos a corto y largo plazo. El consumo de algunas drogas puede ser especialmente riesgoso, sobre todo si tomas dosis altas o las combinas con otras drogas o con alcohol. Estos son algunos ejemplos.
Prevención
La mejor manera de evitar volverse adicto a una sustancia es ni siquiera probarla una vez. Si el médico te receta un medicamento que puede causar adicción, ten cuidado cuando lo tomes y sigue las indicaciones que te dio.
Los médicos deben recetar estos medicamentos en dosis y cantidades seguras, y controlar su consumo para que no recibas una dosis demasiado alta o por demasiado tiempo. Si sientes que tienes que tomar más de la dosis recetada de un medicamento, comunícate con tu médico.
Toma estas medidas para ayudar a prevenir el consumo inapropiado de drogas en tus niños y adolescentes:
Prevenir una recaída
Una vez que fuiste adicto a una droga, tienes un alto riesgo de caer nuevamente en un patrón adictivo. Si empiezas a consumir la droga, es probable que nuevamente pierdas el control sobre su consumo, incluso si te has sometido a un tratamiento y no has consumido drogas durante un tiempo.
Obtén ayuda de inmediato si volviste a consumir drogas. Si volviste a consumir drogas, habla con el médico, con tu profesional de salud mental o con otra persona que pueda ayudarte de inmediato.
Es una pérdida de la función cerebral que ocurre a causa de ciertas enfermedades. Afecta la memoria, el pensamiento, el lenguaje, el juicio y el comportamiento.
La demencia por lo regular ocurre a una edad avanzada. La mayoría de los tipos es poco frecuente en personas menores de 60 años. El riesgo de padecer esta enfermedad aumenta a medida que una persona envejece.
La mayoría de los tipos de demencia es irreversible (degenerativa). Irreversible significa que los cambios en el cerebro que están causando la demencia no pueden detenerse ni revertirse. El mal de Alzheimer es el tipo más común de demencia.
Otro tipo común es la demencia vascular. Es causada por un flujo sanguíneo deficiente hacia el cerebro, como con un accidente cerebrovascular.
La demencia de los cuerpos de Lewy es una causa común de demencia en los ancianos. Las personas con esta afección tienen estructuras proteínicas anormales en ciertas zonas del cerebro.
Las siguientes afecciones también pueden llevar a la demencia:
Algunas causas de demencia se pueden detener o revertir si se detectan a tiempo, incluyendo:
Los síntomas de demencia abarcan dificultad con muchas áreas de la función mental, incluyendo:
El deterioro cognitivo leve es la fase entre el olvido normal debido al envejecimiento y la aparición de la demencia. Las personas con DCL tienen ligeros problemas con el pensamiento y la memoria que no interfieren con las actividades cotidianas. Con frecuencia no se dan cuenta del olvido. No todas las personas con DCL presentan demencia.
Los síntomas del DCL incluyen:
Los síntomas tempranos de demencia pueden incluir:
A medida que la demencia empeora, los síntomas son más obvios e interfieren con la capacidad para cuidarse. Los síntomas pueden incluir:
Las personas con demencia grave ya no pueden:
Otros síntomas que pueden ocurrir con la demencia:
Pruebas y exámenes
El tratamiento depende de la afección que está causando la demencia. Algunas personas pueden requerir hospitalización por un corto tiempo.
En ocasiones, los medicamentos para tratar la demencia pueden empeorar la confusión de la persona. La suspensión o el cambio de medicamentos es parte del tratamiento.
Ciertos tipos de ejercicios mentales pueden ayudar con la demencia.
El tratamiento de afecciones que pueden llevar a la confusión a menudo puede mejorar enormemente el funcionamiento mental. Tales afecciones incluyen:
Una persona que tiene demencia requerirá de apoyo en casa a medida que la enfermedad empeora. Los familiares u otros cuidadores pueden ayudar a la persona a lidiar con la pérdida de memoria y los problemas del comportamiento y el sueño. Es importante asegurarse de que las casas de las personas que tienen demencia sean seguras para ellas.
Las personas con Deterioro Cognitivo Leve no siempre desarrollan demencia. En los casos en los que se presenta demencia, por lo general empeora con el tiempo. La demencia a menudo disminuye la calidad y expectativa de vida. Las familias probablemente necesitarán planear el cuidado futuro de su ser querido.
Los riesgos de la demencia vascular se pueden reducir al prevenir los accidentes cerebrovasculares al:
Las personas con demencia pueden tener dificultad con:
Las personas que tienen pérdida prematura de la memoria pueden brindarse a sí mismos recordatorios que los ayuden a desempeñarse cada día. Algunos de estos recordatorios incluyen:
Alimentación y nutrición
Algunas personas con demencia pueden rechazar los alimentos o no comer lo suficiente para permanecer saludables por su cuenta.
En las fases tardías de la demencia, la persona puede tener problemas para masticar o tragar. Hable con el médico de la persona acerca de una dieta apropiada. Es posible que en algún momento la persona necesite una dieta de solo líquidos o de alimentos blandos para prevenir un ahogamiento.
Consejos para hablar con alguien con demencia
Al dar instrucciones:
Aseo personal:
Las personas con demencia pueden necesitar ayuda con el aseo y el cuidado personal.